Todavía no hace ni un año que el exalumno de EUSES Guillem Casas creó el centro Extra Time Girona junto con un grupo de amigos, todos ellos entrenadores de baloncesto, y también con el apoyo de su hermana (la jugadora profesional Queralt Casas, actualmente en el València). “La idea está importada de los Estados Unidos. Todo lo que allí pasa y tiene éxito, acaba llegando a Europa diez o veinte años después”, puntualiza Guillem Casas, que tiene 31 años y se graduó en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por EUSES en la promoción 2012-2016.
“Extra Time es un centro de tecnificación no elitista. Nosotros venimos de la calle y nuestro objetivo es que la gente pueda entrenarse y mejorar conceptos individuales pagando lo mismo que si lo hiciera en un pabellón municipal”, explica Guillem Casas. La idea inicial de los fundadores de Extra Time era hacer crecer este proyecto en alguno de los muchos pabellones de las comarcas gerundenses que están infrautilizados, hasta que finalmente se valoró la posibilidad de alquilar un local y organizar ellos mismos el negocio sin depender de ningún Ayuntamiento. “Encontramos una nave en Fornells de la Selva y la hemos condicionado como centro de tecnificación. En 500 o 600 metros cuadrados hemos montado media pista reglamentaria Fiba y una pista un poco más pequeña. En definitiva, son tres medias pistas que nos dan muchas posibilidades para hacer el trabajo de tecnificación. También disponemos de un espacio para hacer ejercicios de dominio del balón, como el bote y el pase; un gimnasio y una zona también para los padres”, explica Guillem Casas, que destacó la implicación de su hermana en este proyecto. “Queríamos transmitir a los jóvenes la importancia del esfuerzo y ella, que lo ha ganado prácticamente todo, ha sido la primera en predicar con el ejemplo. Empezaba a entrenarse a las siete y cuando los jóvenes llegaban sobre las nueve, viéndola se daban cuenta que para llegar a la élite hace falta mucha constancia y horas de entrenamiento”.
“Además del centro de Tecnificación, también hemos organizado Campus, sobre todo durante el confinamiento, en que la gente no podía competir”, añade Guillem Casas. Extra Time es pionero en Girona y empieza a asomar la cabeza en diferentes puntos del estado español. “En Badalona, que es la cuna del baloncesto, también hay uno. Poco a poco, esto irá a más. Nosotros tenemos muy claro que, si quieres ser el mejor en una cosa, sea la que sea, tienes que dedicar un tiempo extra. De ahí también el nombre de Extra Time”, puntualiza el exalumno de EUSES. El coste de un abono mensual en el centro de Fornells es de 60 euros, que da derecho a un entrenamiento semanal casi personalizado. “Estamos hablando de 15 euros la sesión. Un precio casi de calle pero en un espacio donde si llueve no te mojas, donde dispones de un parqué de máxima calidad, de balones oficiales…”, apunta Guillem Casas. “Tenemos unos 70 abonados. De todas las edades e incluso algún senior. Los grupos son reducidos y siempre por edades y niveles”, añade. También asegura que el centro no es ni ninguna competencia para los clubes –“al contrario, trabajamos para ellos mejorando la técnica de sus jugadores”- ni tampoco ninguna plataforma para traspasar talento. “Aquí, la gente que viene lo hace con el objetivo de mejorar individualmente. Y vamos de la mano de sus entrenadores. Si el jugador necesita mejorar un concepto determinado, trabajamos en esto. De hecho, otro de nuestros grandes retos es poder ayudar el baloncesto gerundense”.
Guillem Casas recuerda con satisfacción su paso por EUSES. “Creo que fue la mejor elección que he podido hacer en mi vida. Tenía claro que el Grado en CAFyD me abriría puertas y así ha sido. De hecho, antes de marchar por mi cuenta a los Estados Unidos para impregnarme de baloncesto universitario, hice las prácticas en el Barça de baloncesto”, recuerda. Extra Time, además, se está nutriendo de alumnos que están realizando o han realizado el grado en la Escola Universitària de la Salut i l’Espñort: “Queremos aprovechar la gente que sale de EUSES porque lo hace muy preparada. A mí, lo que más me gustó de mi paso por la universidad, fue la calidad docente. El nivel de los profesores es buenísimo y la formación de los cuatro años, muy completa”.

